La víctima había aceptado un trabajo temporal como ayudante de cocina en una finca de Tilodirán, con el simple propósito de ganar algo de dinero para comprarse un celular. Lamentablemente, su vida fue arrebatada con extrema crueldad por Luis Alberto Rivera, su excompañero sentimental.
Tras casi 10 meses de investigación, un juez finalmente condenó al asesino a más de 32 años de prisión. Las pruebas presentadas por la Fiscalía demostraron que Rivera asfixió a Yolennis y posteriormente desmembró su cuerpo, enterrándolo en cuatro fosas distintas dentro de la finca donde ella trabajaba.
El fallo judicial determinó que el homicida es culpable de los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento de pruebas. Rivera deberá purgar su condena en una cárcel, enfrentando las consecuencias de su atroz acto que conmocionó a la comunidad por su extrema violencia.