La ciudad de Yopal y la Diócesis de Casanare están de luto tras el fallecimiento del padre Manuel Mancera Mancera, sacerdote muy querido por toda la comunidad. El padre Mancera, de 64 años, falleció el pasado domingo 15 de septiembre después de luchar contra una grave enfermedad que lo mantuvo en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Casanare durante varios días.
Con más de tres décadas dedicadas al sacerdocio, el padre Manuel llegó a Casanare hace 20 años, convirtiéndose en un pilar espiritual de la región. Al momento de su fallecimiento, era párroco de la capilla Santa Rita de Casia y capellán del Sena Regional Casanare, donde acompañó a cientos de jóvenes en su camino de fe.
La Diócesis de Yopal, liderada por el padre Jeison Andrey Salguero Roa, junto con sacerdotes, diáconos y fieles, expresaron su profundo pesar por la partida de un hombre conocido por su calidez humana, entrega incondicional y compromiso con su labor pastoral. El legado del padre Mancera, su inquebrantable fe y su amor por la comunidad, permanecerán en los corazones de quienes lo conocieron.
SOBRE LAS HONRAS FÚNEBRES DEL PADRE 🙏🏻✝️
El cuerpo del Padre Manuel Mancera será trasladado ahora en la mañana de la Funeraria Los Olivos a las instalaciones del SENA, para despedir a quien los guió espiritualmente y los educó en el amor de Cristo.
Posteriormente, a la 1:00 p.m. será recibido en la Capilla Santa Rita de Casia, ubicada en el barrio Las Américas, de Yopal, donde compartió con los feligreses estos últimos años como pastor de esta comunidad.
A las 5:00 p.m. se celebrará la Santa Eucaristía en la Capilla Santa Rita de Casia, todos los fieles laicos que peregrinan en esta Iglesia Particular están invitados a la celebración.
A las 7:00 p.m. estaremos recibiendo en profunda oración el cuerpo del Padre Manuel en la Catedral San José, de Yopal, donde estará en Cámara Ardiente esta noche.
Las exequias se cumplirán mañana martes 17 de septiembre, a las 10:00 a.m., la Sagrada Eucaristía se celebrará en la Catedral San José y su cuerpo reposará en la gruta del templo.
“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Rom 14: 8-9)