La agenda ambiental para rescatar el Amazonas debe pasar de las palabras a los hechos, concluye Presidente Petro como balance de su visita a la ONU.
Una visión diferente planteó el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, al mundo, reunido en la 77a. Asamblea de la ONU, en cuanto a la agenda ambiental para preservar y rescatar a la selva amazónica, al pedir pasar de las palabras a los hechos y adoptar medidas inmediatas, ya que está en juego la supervivencia de la especie humana, por cuenta de la crisis climática, como dice la ciencia.
El Jefe de Estado colombiano les pidió a los países reunidos en Naciones Unidas y en los foros y las reuniones bilaterales paralelas, durante su primera visita a Estados Unidos, y a este evento planetario como Presidente, que el discurso quede atrás, porque es “hipócrita”, ya que mientras se habla el Amazonas está siendo quemado y arrasado.
Por lo tanto, afirmó, una de esas acciones inmediatas, si los países desarrollados no lo quieren hacer, es que reduzcan la deuda externa de las naciones latinoamericanas, para así contar con los recursos con los cuales revitalizar al llamado ecosistema más grande del mundo.
“Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y, con ellos, realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes los del norte no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza”, expresó.
Agregó que cuando más se necesitaban las acciones, cuando los discursos ya no servían, cuando era indispensable depositar los dineros en los fondos para salvar la humanidad, cuando había que alejarse cuanto antes del carbón y del petróleo, “se inventaron una guerra y otra y otra”.
“Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes. No importa el grito de los científicos bautizando la selva como uno de los grandes pilares climáticos. Para las relaciones del poder del mundo la selva y sus habitantes son los culpables de la plaga que las azota”, aseveró.
Foro de Acción Climática
Como parte de su agenda en Estados Unidos, el Presidente Petro participó en el evento de ‘Acción Climática las Naciones Unidas: Foro de Resiliencia y la Carrera hacia el Cero’, donde también planteó que el reto de la humanidad es acelerar y lograr una economía descarbonizada. El modelo económico basado en combustibles fósiles ya no va más y se debe hacer el cambio hacia las energías limpias.
Consideró que ese reto es una tarea fundamental de la política, con P mayúscula, más allá que de la economía.
“Es una tarea de sujetos políticos, es decir, de gentes que piensen en colectivo, indudablemente; que debatan; de gentes que estén ligadas al interés público de la humanidad y que puedan operar, de tal manera, con eficacia, que se puedan producir los grandes cambios políticos sociales e ideológicos, inclusive, científicos, que hoy se demandan para que la humanidad pueda existir”, declaró.
Agregó que de la velocidad que la acción política logre para hacer la transición, dependerán futuras crisis ambientales y de salud, como las pandemias, y de tensiones que deriven en conflictos y guerras. Se requiere un cambio de paradigma económico y social.
“Ese tipo de tensiones irán en aumento, en crecimiento, hasta tanto la humanidad logre encontrar los instrumentos y las respuestas que nos permitan, de manera acelerada, pasar a una economía descarbonizada”, puntualizó.
Soberanía alimentaria y coca
Otros dos momentos de cambio que planteó el Presidente Petro a los presidentes y Jefes de Estado del mundo fueron los de la soberanía alimentaria y la mal llamada ‘guerra contra las drogas’.
Sobre la soberanía alimentaria propuso que se eleve a categoría de derecho mundial.
“Bien sería el momento de que Naciones Unidas, haciendo un baipás al concepto de la seguridad alimentaria, como seguridad mercantil global, pudiera construir estos nuevos estatus de prioridades en el uso de la tierra fértil, de derechos, de sujeto nuevo, social y político, de la mujer campesina y de la prioridad para establecer las capacidades de soberanía alimentaria de las naciones del mundo”, indicó el Mandatario.
Reiteró que uno de los objetivos del Gobierno del Cambio es transformar a Colombia en un productor de alimentos no solo para su soberanía, sino también para el mundo, y aprovechar el potencial de la llamada Altillanura nacional, junto con la de Venezuela.
“Si Colombia pudiera transformarse políticamente, y ese es uno de mis propósitos, sus tierras podrían producir alimento, no solamente para sí, sino para el mundo. Podría ser la base de una plataforma de industrialización. Si su campesinado se empoderara, económica, social y políticamente, Colombia dejaría de ser narcotraficante”, subrayó.
Insistió en que, si se utiliza todo el potencial de sus 30 millones de hectáreas para cultivar en Colombia, habrá menos producción de cocaína, y, así mismo, menos violencia.
“Si Colombia produce más agricultura y alimentos, más maíz; si importa menos maíz de los Estados Unidos, exporta menos cocaína. ¿Cuál de los dos caminos preferimos?”, planteó.
En cuanto a la que consideró mal llamada ‘Guerra contra las Drogas’, el Presidente Petro fue claro en la necesidad de cambiar de paradigma totalmente.
“Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas. Disminuir el consumo de drogas no necesita de guerras; necesita que todos construyamos una mejor sociedad: una sociedad más solidaria, más afectuosa, donde la intensidad de la vida salve de las adicciones y de las nuevas esclavitudes. ¿Quieren menos drogas? Piensen en menos ganancias y en más amores. Piensen en un ejercicio racional del poder”, dijo.
El Presidente Petro advirtió que la guerra contra las drogas ha durado 40 años y que “si no corregimos el rumbo y esta se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina; verá millones de afros norteamericanos ser apresados en sus cárceles privadas” y un millón de latinoamericanos asesinados.
Destacó que el problema de la adicción y de demanda debe enfrentarse como uno de salud pública y no como un delito.
Consideró que Colombia y América Latina “les servimos para excusar los vacíos y las soledades de su propia sociedad que la llevan a vivir en medio de las burbujas de las drogas. Les ocultamos sus problemas que se niegan a reformar. Mejor es declararle la guerra a la selva, a sus plantas, a sus gentes”.
El Mandatario colombiano exhortó a las naciones a que “no toquen con sus venenos la belleza de mi patria. Ayúdennos sin hipocresías a salvar la Selva Amazónica para salvar la vida de la humanidad en el planeta”.