Los cultivadores de arroz manifestaron su inquietud ante el Ministerio de Agricultura debido a la reciente disminución en el precio del grano. Esta situación coincide con el inicio de la cosecha principal del segundo semestre, generando preocupación en el sector.
En una comunicación dirigida a la ministra Martha Carvajalino, representantes de diversas regiones arroceras del país expusieron los desafíos que enfrentan.
Entre estos se encuentran las altas temperaturas que afectarán los cultivos durante la primera mitad del año y la incertidumbre sobre la implementación de medidas de apoyo.
Los productores resaltan la importancia del incentivo al almacenamiento como herramienta para estabilizar los precios. Argumentan que, sin esta ayuda, podrían verse forzados a vender su cosecha por debajo de los costos de producción, lo que pondría en riesgo la sostenibilidad del sector.
Según datos de Fedearroz, las existencias actuales de arroz en los molinos solo cubren un mes de consumo nacional. La producción esperada para este año se ajusta a la demanda interna, con un pequeño margen para almacenar hasta inicios de 2025.
Los agricultores señalan que han persistido en su actividad a pesar de la falta de inversiones estatales en infraestructura crucial como sistemas de riego, instalaciones de secado y vías de transporte.
Consideran que el apoyo gubernamental es esencial para garantizar la estabilidad del sector y la seguridad alimentaria del país.
La solicitud de intervención ha sido respaldada por los líderes de los comités arroceros de diversas regiones, incluyendo Cúcuta, Neiva, Montería, Ibagué y Villavicencio, entre otras.
Estos representantes buscan una respuesta rápida del Gobierno para mitigar el impacto de la caída de precios en los productores y sus familias.