Tres muertos en hechos que son materia de investigación y que al parecer habrían sido perpetrados por dos hombres en una camioneta que habían secuestrado a una joven, es el saldo de un macabro hecho registrado la noche del viernes y madrugada del sábado. Tres personas fueron asesinadas entre Paz de Ariporo y Hato Corozal, en hechos que tienen aterrorizado al departamento de Casanare.
Dos de los muertos, eran personas humildes que se ganaban el sustento diario como vendedores ambulantes de comestibles.
La caravana de la muerte empezó este viernes hacia las 9:00 de la noche, en el coliseo deportivo del barrio Panorama de Paz de Ariporo, cuando el señor Isidro Naranjo, un humilde vendedor callejero de 72 años de edad, se percató que unos hombres maltrataban e intentaban obligar por la fuerza a que una joven, que momentos antes estaba jugando un partido de microfútbol, abordara una camioneta estacionada a las afueras del escenario deportivo.
En un intento por alertar a las gentes que se encontraban en el sector, don Isidro pidió auxilio, pero sus gritos fueron callados por los proyectiles disparados por un arma de fuego que acabó con su vida de manera instantánea.
En medio del pavor de quienes por ahí se encontraban, los atacantes huyeron por la carretera que conduce a Hato Corozal.
El alcalde Camilo Abril, después de un consejo de seguridad, manifestó que, según lo identificado por las cámaras de video, el vehículo del expolicía, hizo un viaje hasta Hato Corozal y regresó en la madrugada rumbo a Paz de Ariporo, pero fue interceptado por sus verdugos.
Mientras los delincuentes ingerían la bebida caliente, el vendedor notó que del platón del automotor se alcanzaban a ver las extremidades inferiores de una persona, por lo que decidió indagar a los hombres sobre el hecho, pero al parecer fue recriminado, mientras estos escapaban del lugar a alta velocidad.
En su recorrido al girar para tomar la vía que conduce hacia el caserío de Puerto San Salvador y Tame (Arauca), el cadáver del exoficial se cayó del platón de la camioneta y quedó atravesado sobre la carretera.
Ante este macabro hecho, y seguramente previniendo que el vendedor de tintos hubiera identificado el vehículo y por lo menos uno de sus ocupantes, decidieron regresar a la caseta donde habían pedido los tintos y sin mediar palabras, le propinaron un disparo, causándole la muerte de manera instantánea en la misma silla en la que se encontraba sentado.
Finalmente, la joven secuestrada, fue liberada en la tarde del sábado y es pieza clave en la investigación que están llevando las autoridades.