Colombia

Créditos por Internet: Piénselo dos veces antes de aceptar porque puede terminar estafado

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Aida Zambrano un joven casanareña, humilde y trabajadora hizo público su caso, donde fue víctima de un grupo de extorsionistas, quienes engañan a sus víctimas ofreciéndoles unos falsos créditos, cuyo uno objetivo es estafar a sus víctimas.

Aida comentó que desde hace 5 meses venía recibiendo mensajes de texto, donde le informaban que tenía un crédito aprobado y que los trámites para adquirir esos recursos eran muy sencillos. Ante tanta insistencia y con una situación económica personal poco brillante decidió explorar esta posibilidad.

Craso error, ese fue el punto de partida para el engaño y la extorsión de la cuál fue víctima. Narró que media hora después de haber accedido a los mensajes, le escribieron un nuevo mensaje donde le señalaron que tenía a su disposición la suma de 490 mil pesos, en su cuenta de Nequi.

Tres horas después recibió un segundo mensaje, donde le confirmaban otros 490 mil pesos. Ante esta situación decidió devolver el dinero argumentando que no era suyo. Con la ayuda de la empresa de servicio de telefonía de celular, consiguió identificar el número desde el cuál estaban haciendo los desembolsos.

Cuando se comunicó con esa línea le dijeron que era necesario que descargara en el celular una aplicación, para que reportara que no necesitaba más recursos, porque de no hacerlo el sistema seguiría desembolsando dinero a la cuenta de Nequi.

Aida accedió a cumplir con las indicaciones que le dieron, sin saber que era una trampa que le habían tendido y que hace parte del modus operandi de estos delincuentes. La aplicación trae indexado un software malicioso que ingresa y copia todos los datos personales, que se encuentren en el teléfono.

Uno de esos datos es la lista completa de todos los contactos que la víctima tiene guardados. Ahí comenzó el calvario para Aida Zambrano. Desde la aplicación comenzaron a enviar todo tipo de mensajes ofensivos a sus contactos, donde la trataba de tramposa, mala paga y rata, entre otros insultos.

Le dijeron que para parar esos mensajes debía pagar el doble de la suma prestada que en ese momento ascendía a 980 mil pesos. Para salir de esta pesadilla empeñó una motocicleta que tenía, la cual era su único medio de transporte.

Por el vehículo le dieron 2 millones 300 mil pesos. El dinero recibido lo utilizó para pagarle a la aplicación. Sin embargo, el siguieron pidiendo dinero. Decidió acudir a las autoridades, pero el resultado fue aún más desalentador. Manifestó no le quisieron recibir la denuncia, argumentando que había sido un error haber pagado a los extorsionistas y que ahora la mejor solución era cambiar de celular.

Aceptó el consejo y cambió el teléfono móvil. Ahora la angustia se centra en la incertidumbre que tiene, si puede reunir los más de 2 millones de pesos, que necesita para recuperar la moto. Posibilidades que disminuyen considerablemente, porque se encuentra desempleada.