Los soldados Santiago Bedoya y Víctor Manuel González, aseguraron que mintieron sobre la ubicación de la tropa por petición del sargento viceprimero Díaz y el Cabo Hernández, sus superiores en ese momento.
Ante el procurador delegado, los soldados aseguraron que ocupaban un colegio ubicado a las afueras de santa Cecilia y que su superior Díaz, les dijo que tenían que decir que todos los días se estaban desplazando.
Uno de los testigos contó que un día después de los hechos, cuando hicieron formación, les indicaron que tenían que decir que estaban fuera del colegio, declaraciones que confirmó Iván Andrés Herrera quien añadió que sus superiores no querían que se supiera que se encontraban al interior de dichas estaciones.
Al cambiar la ubicación pretendían alegar no encontrarse en el lugar de los hechos. Sin embargo, al decir que no estuvieron en el colegio, no hubieran tenido el tiempo de llegar al sitio donde encontraron a la menor indígena.
Según los hechos, la violación de la menor indígena ocurrió el domingo 21 de junio sobre las 6:00 p.m. después que fue a recoger unas guayabas.